El eclipse de hacer lo que a uno le da la gana es como una pupila dilatada, como un "sol negro", como un eclipse total que absorbe tanto que no deja pasar la luz, oscurece por completo
"la brújula interior"
La gana sin límites, sin dominio propio, condena al resto a un devastador efecto dominó, alejándonos de la sabiduría que todos llevamos dentro:
(No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia)
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