La Caverna, que una vez fue refugio...

"LA CAVERNA, que una vez fue refugio, se convierte en una prisión autoimpuesta"

Quitar el chupete , ese símbolo de falsa complacencia y dependencia, puede parecer cruel.

Es natural que aquellos a quienes se les quita el chupete se sientan resentidos y vean a quién lo hizo 

como "el malo" .

Incluso si el acomodado a la caverna intenta sustituir el chupete por chuparse el dedo, como si fuera una solución divina, esta nueva dependencia no resolverá el problema subyacente...

El acomodado, que nunca había tenido que enfrentarse a la adversidad, ahora tiene que lidiar con la incomodidad y la incertidumbre, dónde la dependencia da paso a la autonomía.

(Estar acomodado en "La Caverna" es como un espeleólogo que queda atrapado en ella...
Tarde o temprano, la humedad terminará por podrirlo, sucumbiéndolo a las sombras multiformes

 y resbaladizas de las estalactitas y estalagmitas...)